Pablo Cuevas llegaba a este ATP 500 de Hamburgo como 3er preclasificado y uno de los favoritos a ganarlo, por el excelente 2016 que viene teniendo sobre polvo de ladrillo. Su último partido en singles había sido en Wimbledon frente a Kuznetsov que se definió en el 5to set 6-4 para el ruso.
Hay que recordar aquel torneo de Hamburgo 2009, donde Pablo paso la Qualy y comenzó a bajar favoritos, Phau (rank 60), Melzer (33), Kohlschreiber (24), Almagro (40) y cayendo en semifinales frente a Paul-Henri Mathieu, aquel entonces 39 del mundo en un ajustado 6-4 3-6 5-7.
En este 2016, el sorteo deparó un cruce no tan accesible en primera ronda, Florian Mayer, alemán, local que supo ser 18 del mundo, en un gran partido Pablo logró superarlo 6-4 6-3. Segunda ronda fue le turno de Thiago Monteiro, el joven brasilero ya conocido no fue rival para el Uruguayo y ganó 6-2 6-3. En cuartos de final, enfrentaría nuevamente a Paul-Henri Mathieu, en lo que sería la revancha de aquel 2009 y esta vez se la llevó el salteño por 7-6 6-1.
La sorpresa se dió en semifinales, cuando todos esperaban el duelo frente a Kohlschreiber, el argentino Renzo Olivo se coló en esta instancia pero tampoco fue de mayor exigencia para Pablo, que lo superó 7-5 6-3.
Cuevas llegaba a la final sin ceder sets, y por el otro lado Martin Klizan 47 del ranking ATP venía jugando muy bien, y en este 2016 ya había ganado un ATP 500 en Rotterdam. El Eslovaco es un jugador muy irregular y podía pasar cualquier cosa en la final, desafortunadamente mostró un juego increíble y sin fisuras, mientra que Pablo no logró sacar su mejor tenis jugando el peor partido de la semana y cayo derrotado por un contundente 1-6 4-6.
De todas formas, se cerró una semana casi excelente, que lo deja en el puesto 20 del ranking ATP, mejor posición de un Uruguayo en la historia.
Esta semana, siendo preclasificado n1, intentará conquitar nuevamente el título de Umag, como lo hiciera en 2014.
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